Para
llegar a Paraty desde Morro creo que usamos todos los medios de transporte
existentes, bueno nos faltó el tren, la bicicleta y los patines. Primero nos
tocó lancha hasta Valença, luego bus hasta Bon Despacho, después Ferri hasta
Salvador. De ahí en avión hasta Rio, donde luego cogimos un taxi hasta la
estación de buses, donde llegamos finalmente a las 12:30 de la noche. Ahí
estuvimos hasta las 4:00 a.m. que salía el bus a Paraty, donde llegamos a las
8:30 a.m.
Después
de encontrar pousada, dormir y recuperarnos, salimos a caminar por el pueblo. Y
qué sorpresa, es precioso, un pueblo entre las montañas y el mar, todo de
calles empedradas, de casas blancas y puertas y ventanas de colores, con un
puerto pequeñito pero con barquitos de colores. Muy bonito. Con mil
restaurantes con música en vivo, tiendas de artesanías y playas, en fin, un
sitio al que vale mucho la pena ir.
Allí
estuvimos cuatro noches y, aunque llovió los dos primero días, pudimos caminar y
conocer todos sus lugares. El tercer día alquilamos bicicletas y nos fuimos a
la cascada más cercana (después de 2 horas entre bici y caminata). Preciosa.
Hay un parque natural y hay muchas excursiones para hacer de todo, trekking,
rafting, etc.
El
último día que nos hizo buen tiempo nos fuimos para el pueblo de Trinidad donde
hay un par de playas famosas y bonitas pero no tuvimos suerte, creo que porque
era fin de semana y había mucha gente.
Paraty
es un lugar muy especial, no solo el pueblito, sino por todo el paisaje que lo
rodea, es una mezcla extraña de mar, río y montaña. El pueblo es tranquilo, al
menos en temporada baja, aunque sí se anima algo más el fin de semana. Por las
noches encuentras turistas especialmente brasileños que van a pasar el fin de
semana desde Río de Janeiro. Aquí se ve un turismo más caro que en la zona de
Bahía.
Nosotros
tuvimos la suerte de ir paseando por el puerto la noche del viernes y
encontrarnos lo que nosotros creíamos que era una “mini rave” en una pequeña
pescadería. Era un grupo de varios músicos tocando música brasileña y un montón
de gente bailando y tomando cervezas que vendía un tipo en una camioneta.
Después nos enteramos que eso es lo que llaman “un samba” y que es
relativamente frecuente, se juntan los músicos en diferentes sitios del pueblo
y ahí se lía (ver video).
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