domingo, 25 de septiembre de 2011

PARATY: BELEZA!


Para llegar a Paraty desde Morro creo que usamos todos los medios de transporte existentes, bueno nos faltó el tren, la bicicleta y los patines. Primero nos tocó lancha hasta Valença, luego bus hasta Bon Despacho, después Ferri hasta Salvador. De ahí en avión hasta Rio, donde luego cogimos un taxi hasta la estación de buses, donde llegamos finalmente a las 12:30 de la noche. Ahí estuvimos hasta las 4:00 a.m. que salía el bus a Paraty, donde llegamos a las 8:30 a.m.


Después de encontrar pousada, dormir y recuperarnos, salimos a caminar por el pueblo. Y qué sorpresa, es precioso, un pueblo entre las montañas y el mar, todo de calles empedradas, de casas blancas y puertas y ventanas de colores, con un puerto pequeñito pero con barquitos de colores. Muy bonito. Con mil restaurantes con música en vivo, tiendas de artesanías y playas, en fin, un sitio al que vale mucho la pena ir.








Allí estuvimos cuatro noches y, aunque llovió los dos primero días, pudimos caminar y conocer todos sus lugares. El tercer día alquilamos bicicletas y nos fuimos a la cascada más cercana (después de 2 horas entre bici y caminata). Preciosa. Hay un parque natural y hay muchas excursiones para hacer de todo, trekking, rafting, etc.




El último día que nos hizo buen tiempo nos fuimos para el pueblo de Trinidad donde hay un par de playas famosas y bonitas pero no tuvimos suerte, creo que porque era fin de semana y había mucha gente.


Paraty es un lugar muy especial, no solo el pueblito, sino por todo el paisaje que lo rodea, es una mezcla extraña de mar, río y montaña. El pueblo es tranquilo, al menos en temporada baja, aunque sí se anima algo más el fin de semana. Por las noches encuentras turistas especialmente brasileños que van a pasar el fin de semana desde Río de Janeiro. Aquí se ve un turismo más caro que en la zona de Bahía.







Nosotros tuvimos la suerte de ir paseando por el puerto la noche del viernes y encontrarnos lo que nosotros creíamos que era una “mini rave” en una pequeña pescadería. Era un grupo de varios músicos tocando música brasileña y un montón de gente bailando y tomando cervezas que vendía un tipo en una camioneta. Después nos enteramos que eso es lo que llaman “un samba” y que es relativamente frecuente, se juntan los músicos en diferentes sitios del pueblo y ahí se lía (ver video).


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